Mientras que en el año 2000 el sector industrial suponía el 20,6% del valor añadido bruto, en 2020 se ha reducido este nivel hasta el 16,09%. En cuanto al peso del total de la industria en el PIB, se ha pasado del 18,7% en 2000, al 14,69% en 2020, una tasa que resulta aún lejana del ambicioso objetivo del 20% previsto por el Horizonte 2020. Pero si esta caída es preocupante, más lo son las expectativas de recuperación al menos a corto y medio plazo.
Según se desprende del V Barómetro Industrial del Cogiti de 2021, esta recuperación se prevé al menos complicada si no se aprovechan los fondos europeos de una manera eficiente. En concreto el 74% de los ingenieros encuestados en este estudio considera que los fondos de recuperación no llegarán de forma adecuada a las pymes industriales.
Casi el 60% considera que el incremento del precio de la energía está afectando de manera significativa a su ámbito de actividad. De hecho, el 62% afirma haber sufrido el desabastecimiento de algunos productos o materias primas, y el 87% piensa que se ha producido un encarecimiento de estas materias primas y productos.
Los datos macro conocidos en las últimas semanas así lo avalan igualmente. Pese a que crecimiento del índice de producción industrial (IPI) en noviembre fue del 5,6% interanual, resulta insuficiente si tenemos en cuenta que en 2020 este indicador registró una caída media del 9,1%.
Los datos de empleo en el sector tampoco hacen presagiar un panorama mejor ya que según el informe, “una perspectiva económica de la situación de la industria en España”, elaborado por el Consejo General de Economistas, viene a representar el 13,62%, 0,4 puntos porcentuales menos frente al ejercicio anterior.
Otros datos que muestran la situación del sector industrial a modo de radiografía es que el 69% de los trabajadores por cuenta propia cree que mantendrá el número de empleados de su empresa, frente a únicamente el 8% que considera que tendrá de disminuir su plantilla, mientras que el 23% piensa que contratará a nuevos trabajadores, frente al 10% que consideraba contratar en 2020.
Por otro la cruda realidad de la pandemia también se reflejó en las respuestas, ya que el 30% de los trabajadores por cuenta ajena afirma que la empresa donde trabaja tuvo que acogerse a un ERTE en 2021, 8 puntos menos que en 2020, frente al 12% de los trabajadores por cuenta propia, dos puntos por debajo del porcentaje obtenido en 2020.
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