Accidentes es un ramo interesante para los corredores porque tiene “un comisionado alto y poco trabajo administrativo. Además, la vida media de estas pólizas supera los 15 años”, explica Inma Mayoral. Sin embargo, se queja de que las aseguradoras cada vez se sienten más cómodas comercializando productos cerrados con unas garantías o capitales asegurados preestablecidas. Para ella, “la flexibilidad en la contratación es fundamental para lograr que un cliente pueda contratar el seguro de Accidentes con las coberturas y capitales que realmente necesita. En un entorno económico de incertidumbre, como el actual, si hay flexibilidad en la contratación podremos evitar que se generen costes por coberturas impuestas por el producto y que el asegurado no necesita”.
ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA PYMESEGUROS Nº 120
Desde el punto de vista del producto en sí, Inma Mayoral, responsable de desarrollo comercial del departamento de Turismo Activo y Accidentes de Urquía & Bas, cree que “el seguro de Accidentes se está desarrollando de manera positiva. Con los años, se han ido incluyendo coberturas que antes no existían, como el infarto, la asistencia en viaje, la ampliación de la cobertura de traslados y de la edad asegurable, los baremos de incapacidad mejorados y las indemnizaciones progresivas, subsidios por baja temporal… También otras pequeñas coberturas como la adecuación de la vivienda o adaptación del vehículo en caso de invalidez, los gastos de sepelio, la ayuda en la tramitación del impuesto de sucesiones, los gastos de atención psicológica, etc.”.
El ramo de Accidentes está maduro. En Urquía & Bas no se espera grandes cambios en su comportamiento, excepto que salga algún tipo de normativa para hacerlo obligatorio en algún sector concreto. En esos casos, explica Mayoral, “se abren nichos de oportunidad que hay que aprovechar: seguros de obligada contratación para actividades deportivas, federaciones, convenios colectivos, viajes, etc. Si no es el caso, seguiremos en la línea hasta ahora marcada”.
La responsable de desarrollo comercial del departamento de Turismo Activo y Accidentes de Urquía & Bas piensa que debería ser obligatorio el seguro de Accidentes en todos los sectores económicos por convenio: “En una sociedad socialmente avanzada, no tiene sentido que protejamos a unos trabajadores por ser de un determinado sector y dejemos desprotegidos a otros, solo porque el convenio no lo exige. El seguro de Accidentes de convenio debería ser universal y su base igual para todas las empresa, pudiendo complementarse, posteriormente, por cada empresa, en función de sus pactos privados”. Además, llama la atención sobre el hecho de que “en la mayoría de los convenios, los capitales asegurados no se han actualizado. Esto, en un entorno como el que hemos tenido entre 2012 y 2020, con la inflación prácticamente a 0, no generaba ningún prejuicio al empleado asegurado. Pero, con la actual inflación, se debería actualizar el capital asegurado en este tipo de póliza, para que el asegurado o sus herederos perciban la misma indemnización en términos reales. Este importe, debe entenderse como una prestación accesoria, que en mucho casos no garantizará la economía familiar o la cancelación de las deudas que el asegurado pueda tener. La recomendación es que, en base a las necesidades de cada persona, se complemente esta prestación con un seguro privado que se adapte a la necesidades de cobertura reales del asegurado”.
En los tres primeros meses de 2022, la siniestralidad ha crecido “un 1,97%, pero -en su opinión- aún es pronto para saber si es coyuntural (aumento de la actividad al salir de la pandemia) o será estructural. Por eso, todavía no se están tomando medidas de ‘profilaxis’ en las condiciones o tarifas del ramo”.
“La correduría Urquía & Bas siempre ha comercializado seguros de Accidentes”, indica su responsable de desarrollo comercial del departamento de Turismo Activo y Accidentes, “pero era un seguro que estaba muy encorsetado (pocas coberturas, capitales bajos y grupos de riesgo muy rígidos). Hubo un momento, en la década de los años 90, en el que las aseguradoras abrieron la mano. Se empezaron a ajustar las tasas (sobre todo las del grupo 1, el de menor riesgo) y se podían contratar capitales de 50 millones y hasta 100 millones de pesetas sin mucha dificultad. También aparecieron los seguros con baremos especiales para manos y dedos y las coberturas que multiplicaban la indemnización hasta el 350% del capital contratado. Fue un momento muy bueno, ya que, además de vender mucho, nos permitió entrar en un segmento de mercado de profesionales, con buena capacidad adquisitiva, que demandaban capitales asegurados altos. El caso de los médicos con el baremo especial de manos fue un ejemplo claro”.
Urquía & Bas decidió potenciar la distribución de los seguros de Accidentes porque se dieron cuenta de que “era un seguro de poca gestión administrativa y muy pocos siniestros; y que, cuando tenías uno, te hacía quedar bien con el asegurado y, en los casos de fallecimiento, con los herederos. Es cierto que los siniestros de gastos de curación tienen una mayor carga administrativa por razón de los siniestros, pero habitualmente se ocupan las aseguradoras de su gestión”. Su nicho de negocio está, sobre todo, en los directivos de empresas, con pólizas muy completas. También, están trabajando mucho los seguros de Accidentes deportivos para clubes y asociaciones; y los accidentes de deportes de aventura, que es un nicho muy especial que, por su elevado riesgo, hay que conocer bien.
Actualmente, el ramo de Accidentes, con todas sus coberturas satélites (baja diaria, gastos de curación, asistencia en viaje) supone el 21% del total de ingresos de la correduría, por lo que “estamos satisfechos por el trabajado realizado hasta el momento. Queremos hacer crecer el ramo y, por eso, ahora estamos invirtiendo nuestros esfuerzos en comercializar nuestros productos de forma online y que nuestros clientes puedan comprar directamente en la web y obtener su póliza en menos de 5 minutos”.
Los seguros de Accidentes pueden llegar a cubrir casi todos los riesgos y sumas aseguradas y, para Inma Mayoral, el reto está en hacer que “esté al alcance de más corredores. Que la suscripción de ciertos riesgos se abra a más corredurías y no quede restringido solamente a los grandes actores. Me estoy refiriendo a seguros para deportistas profesionales o artistas, seguros para profesiones de alto riesgo como buzos o pilotos de fumigación aérea, y a un largo etc. de casos que requieren mayores capitales asegurados y cláusulas que no son estándares, en donde las primas son mucho más elevadas”.
En su opinión, “las pymes y autónomos son quienes más necesitan de la existencia del seguro de Accidentes. El peligro se percibe mucho mejor en los ámbitos laborales que en la esfera privada. La empresa por responsabilidad social y, en muchos casos, por imperativo legal, con los seguros de convenio; y el autónomo por necesidad imperiosa: una incapacidad le deja sin poder ganarse la vida ya sea, de manera temporal (no podrá hacer frente a sus necesidades cotidianas), o de manera permanente en cuyo caso se agrava la situación”.
En los autónomos destaca “la importancia de asegurar la incapacidad total (conocida también como profesional) ya que la Seguridad Social cada vez es más reticente a conceder incapacidades absolutas, otorgando en dos de cada tres casos la incapacidad total; y ya sabemos que las aseguradoras siguen el camino de las resoluciones que dicta la Seguridad Social”.
Las aseguradoras cada vez se sienten más cómodas comercializando productos cerrados con unas garantías o capitales asegurados preestablecidas. Sin embargo, Mayoral explica que “desde nuestra óptica de asesores profesionales, entendemos que la flexibilidad en la contratación es fundamental para lograr que un cliente, con independencia de si se trata de un autónomo, un asalariado o un empresario, pueda lograr contratar el seguro de Accidentes con las coberturas y capitales que realmente necesita. En un entorno económico de incertidumbre, como el actual, si hay flexibilidad en la contratación podremos evitar que se generen costes por coberturas impuestas por el producto y que el asegurado no necesita”.
Los principales problemas con los que se encuentran los corredores que trabajan este seguro son “la poca capacidad del mercado para dar capitales elevados y asegurar ciertas actividades complicadas. El mercado, en esos casos, está muy restringido para los corredores medianos y pequeños. Casi siempre, para colocar este tipo de riesgos, nos acabamos aliando con corredores que tienen capacidad de buscar coberturas en los mercados internacionales”, señala Mayoral. Además, indica “la reducción de la capacidad por parte de las compañías para asegurar capitales elevados por la póliza de Accidentes, con alguna excepción”.
Sin embargo, considera que es un ramo interesante para los corredores porque tiene “un comisionado alto y poco trabajo administrativo. Además, nuestra experiencia nos indica que la vida media de estas pólizas supera los 15 años, lo que hace que sea atractiva su comercialización y el tiempo que se le dedica a ello”.
www.pymeseguros.com