En la actualidad, según el INE, hay 3,35 millones de trabajadores autónomos. Un colectivo que cuenta con un grado de protección, tradicionalmente, más bajo que el de los asalariados. A esto hay que añadir que tampoco se ha protegido correctamente. En este aspecto, el papel de la mediación es vital porque es importante explicar la importancia de contar con una protección aseguradora correcta.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA PYMESEGUROS Nº 136
El otro día conversaba con una amiga que es fisioterapeuta y autónoma, y me decía “de verdad, Mar, con todo lo que tenemos encima los autónomos como para pensar en los seguros”. Y no le faltaba razón. Un comentario que me hizo pensar en que quizá todos los que formamos parte del sector asegurador debemos plantearnos si estamos ejerciendo correctamente nuestra misión de ayudar a los autónomos a que, como dice la última campaña de AXA, el futuro no sea un riesgo.
Hoy en día los autónomos son una masa laboral, según datos del INE del primer trimestre, de 3,35 millones de personas, una cifra récord desde 2008, y prácticamente el 90% de las empresas españolas son pymes. Y al mismo tiempo el grado de protección de este colectivo es más bajo que el de los asalariados que, por ejemplo, cuentan con mejor protección de la Seguridad Social, con coberturas como el desempleo. Pero, además, es un colectivo que tradicionalmente no se ha protegido correctamente. Si hablamos de los seguros de Vida, sólo el 6% de las pólizas son de autónomos, frente a más de un 50% de los asalariados (datos ICEA abril 2024). Entonces, ¿por qué el sector asegurador no ha sabido llegar a este colectivo?
Desde mi punto de vista, el role de la mediación profesional, agentes y corredores, es vital. Muchos de estos autónomos llegan a nosotros a través de colegios profesionales o seguros obligatorios y nos perciben como un “mal”, “otro gasto que hay que afrontar”. Sin embargo, creo que está en nuestras manos dar un paso más y explicar, también como sector, la importancia de contar con una protección aseguradora correcta.
Os aseguro que cuando un autónomo está enfermo y no puede trabajar aprecia de manera notable la cobertura de la Incapacidad Laboral Transitoria (ILT) o de su seguro de Accidentes; que cuando sufre un siniestro con su coche necesita uno de sustitución y que, además, es el primero que opta por la telemedicina si eso le hace ahorrar tiempo de su trabajo. Desde el sector en general, y desde AXA en particular, creemos que tenemos la responsabilidad de proteger a un colectivo vital para la economía, valiente pero no inconsciente. Es nuestra obligación facilitar la vida a los autónomos con ofertas fáciles de entender, productos con coberturas ajustadas a su necesidades y actividad, y sobre todo sencillos.
La vida del autónomo ya es bastante complicada como para sumar complicaciones. A mí me encantaría que la próxima vez que hable con mi amiga fisioterapeuta me diga “ay, Mar, menos mal que tengo el seguro y duermo tranquila”.
Mar Romero, directora de Distribución, Ventas y Organización Territorial de AXA España
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