El cambiante entorno socioeconómico aumenta la exigencia de los clientes, algo que obliga a las empresas a ser más responsables y asumir cada vez más y mayores riesgos de cara a satisfacer sus necesidades. En este contexto, se vuelve fundamental que las empresas conozcan a la perfección aquellos riesgos específicos a su actividad a los que se enfrentan en su día a día, con el fin de poder poner medidas para protegerse ante posibles reclamaciones en el ejercicio de su profesión. Así, contar con un seguro especializado no solo garantiza la viabilidad de la empresa, sino que le ofrece una verdadera ventaja competitiva de cara a sus clientes.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA PYMESEGUROS Nº 135
En general, cuando una empresa sufre una reclamación por algún tipo de error, omisión o negligencia de cualquier naturaleza, lo que realmente se pone en juego es el patrimonio de la organización. De hecho, en la actualidad, conocemos multitud de casos en los que empresas de todo tamaño o envergadura se ven obligados a hacer frente a los gastos asociados a reclamaciones que sufren durante el transcurso de su actividad. Por ejemplo, hace pocos meses conocíamos un caso en el que el Tribunal Supremo condenaba a una empresa de instalación de maquinaria industrial a indemnizar con casi 50.000 euros a un empleado que reclamó retrasos en el pago de sus nóminas durante más de un año.
Sin embargo, si bien estos casos pueden darse en cualquier empresa, contamos también con ejemplos que ilustran incidentes específicos a diferentes sectores y organizaciones de todo tamaño. Así, en el sector TIC, conocíamos recientemente la demanda interpuesta por el periódico The New York Times contra OpenAI y Microsoft por utilizar el contenido de los artículos del diario para generar respuestas en ChatGPT, una reclamación que ascendía a miles de millones de dólares en daños legales y reales. En otros sectores como el educativo y como entidad de menor envergadura, también conocemos casos ejemplificadores como el ocurrido en el pasado mes de marzo, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Galicia falló en contra de un centro educativo tras la reclamación de un padre que afirmó que no se estaban aplicando las adecuadas medidas de refuerzo y apoyo del protocolo de actuación ante alumnos con diagnóstico de trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Así, estos dos ejemplos muestran cuatro realidades. Por un lado, que los riesgos profesionales no son específicos al tamaño de la empresa. Por otra parte, que ni la más tranquila de las profesiones es ajena a contratiempos, accidentes o dificultades en el ejercicio de su actividad. En tercer lugar, que el hecho de poner en juego el patrimonio hace que las empresas verdaderamente vulnerables y con mayor necesidad de protección sean las pequeñas y medianas.
Y en último lugar, pero no por ello menos importante, se evidencia que el seguro, a través de la oferta de coberturas especializadas y adaptadas a la actividad de la pyme, tal y como hace el seguro de RC Profesional de Hiscox para más de 200 actividades específicas, se posiciona como un aliado imprescindible en su negocio. Esto es ya no solo a la hora de proteger su patrimonio, sino que la protección ante los riesgos específicos va más allá, garantizando su viabilidad y proporcionando, a su vez, la seguridad que el cliente, cada vez más exigente, demanda, convirtiéndose así en una verdadera ventaja competitiva para la empresa.
www.pymeseguros.com