El 100% de las empresas familiares en España afirma estar satisfecha con su Consejo de Administración. Esta es una de las conclusiones del último informe sobre empresa familiar “Staying power: how do family businesses create lasting success?”, elaborado por EY y la Universidad de Kennesaw State entre 21 mercados, incluido el español.
Los directivos de las compañías familiares españolas son los que obtienen mejores calificaciones por su gestión entre los países de Europa occidental, según concluye el informe. China, India e Indonesia son otros de los países que valoran positivamente la contribución que hace el Consejo de Administración al éxito del negocio, mientras que las empresas familiares de Corea del Sur parecen ser las menos satisfechas.
A diferencia de muchos de los países de nuestro entorno, en los que la mayoría de empresas familiares están en manos de la primera o segunda generación, casi la mitad de las compañías españolas (el 47%) tienen ya a la tercera generación al frente del negocio. Además, una de sus principales bazas es la profesionalización del equipo directivo.
Uno de los casos más destacados es el de Alemania. Sus empresas familiares están dirigidas mayoritariamente por la tercera y la quinta generación (25% de las encuestadas en ambos casos), pero este país tiene también empresas gestionadas por la sexta (6%), la séptima (13%) e incluso la novena (6%) generación familiar. Algo insólito en el resto de los países que se analizan en el estudio. En este caso, el 42% de los encuestados muestra su preferencia por el núcleo familiar de cara a planificar la sucesión, frente al 32% que elige al Consejo de Administración; el 16% que opta por el CEO.
Los cambios en las empresas familiares no sólo se limitan a la internacionalización del negocio y a la evolución generacional, sino que también se aprecia un avance en cuestiones de género. De hecho, el 70% de las mayores empresas familiares de los 21 principales mercados globales analizados en el estudio contemplan que una mujer sea su próximo CEO, dados los buenos resultados que han demostrado generar en las compañías. Según recoge el informe, los negocios con mujeres al frente suelen tender a reducir los riesgos y a reforzar los resultados.
Las empresas familiares han hecho frente a la crisis económica, entre otras cuestiones, diversificando su negocio para contrarrestar los efectos de la caída del consumo en el mercado nacional. Los datos recopilados en el estudio muestran que las compañías españolas operan en 22 mercados, frente a la media de 15 países del total de los negocios analizados. Así, las empresas de Alemania, Francia, Bélgica y Suiza son las más internacionalizadas y las de Australia, Rusia e Indonesia son las que menos presencia tienen en el extranjero.
A pesar de ello, casi la mitad de estos negocios en España seguirán concentrando sus esfuerzos en 2015 en incrementar su presencia en el exterior. Según el estudio realizado, el 48% de los encuestados manifestó su intención de expandir sus mercados durante este año, frente al 44% que confesó que mantendrá su diversificación geográfica tal y como está ahora y el 8% restante aseguró que iba a reducir el número de mercados.
Los rescoldos de la crisis económica impedirán aun así que esta apuesta decidida por la internacionalización vaya acompañada por el momento de una inversión en capital humano en España. Los resultados del estudio muestran cómo sólo un 30% de las empresas familiares españolas aumentarán al menos un 5% el número de empleados en 2015, frente a un 67% que dijo que mantendrían sin cambios su plantilla y un 4% que confesó que reducirían incluso el número de trabajadores un 5%.
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