Las reclamaciones sanitarias están en un momento de auge, con mayor concienciación por parte de la población de su derecho a denunciar las malas praxis médicas. Una situación que insta a los profesionales del sector a obtener una mayor protección aseguradora, lo que hace de la RC Sanitaria un producto muy atractivo. Ahora bien, el ramo tiene que hacer frente a retos como el aumento de las indemnizaciones y de la siniestralidad, muy afectada por la falta de personal.
Hay un consenso claro en el sector: existe un apetito para la suscripción del riesgo sanitario. “Hay una oportunidad de negocio, pero hay que hacerlo con cautela, hay que realizar un análisis riguroso de los riesgos, primas adecuadas y medidas de control para mitigar las pérdidas”, precisa Natalia Simó, suscriptora sénior de RC Sanitaria de Berkley, quien destaca que el incremento de reclamaciones por mala praxis a médicos y enfermeros empela a las compañías a querer tener presencia en este ramo, pero obliga a ser “muy rigurosos a la hora de suscribir”, lo que va muy de la mano de corredores que trabajan con las aseguradoras: “Tenemos que tener en cuenta los capitales asegurados, conocer muy bien el riesgo y la especialidad sanitaria, si tiene siniestralidad...”, especifica. Además, señala que en los últimos años Europa está importando “la cultura de la reclamación americana”, lo que conlleva un incremento importante en las reclamaciones al personal sanitario y genera una actuación preventiva o defensiva. “Y por eso estamos compañías especialistas y corredores, para que los médicos se dediquen a lo suyo y nosotros podamos ofrecerles las herramientas y los contratos de seguro adecuados a las praxis que ellos están realizando”, concluye.
“Es un momento dulce para el mercado”, incide Pilar González, suscriptora de RC Sanitaria y Life Sciences de Beazley, porque hay capacidad más que suficiente, y aunque las reclamaciones hayan crecido, existen aseguradoras especialistas que conocen el riesgo, lo analizan, lo suscriben y adaptan las pólizas a las nuevas normativas que se les exige... Además, aunque las reclamaciones hayan aumentado, si se compara con los niveles de otros países en Europa y Estados Unidos las cantidades no son tan altas. “España es un mercado muy atractivo”, considera.
En cualquier caso, Daniel Zoreda, director comercial de Uniteco, opina que hay que tener un criterio técnico tremendo para suscribir correctamente la RC Sanitaria: “La clave del éxito para mantenerse en el tiempo y hacerlo correctamente es la gestión posterior, tanto del cliente como del riesgo”. Por eso, cree que este seguro no solo hay que centrarlo en el riesgo, sino también en la cuenta, lo que va a permitir gestionar correctamente el riesgo: saber cuáles son sus necesidades, ver la siniestralidad, ofrecerle herramientas para limitarla a través de nuestras formaciones, servicios y conocimiento y adecuar suscripción a las necesidades concretas de la cuenta.
“Y a las normativas”, puntualiza Pilar González. No obstante, España es el país de la regulación infinita y hay que adaptar de manera constante las pólizas a los requerimientos que se exigen a nuestros asegurados. Además, tras la pandemia, se endurecieron ciertas cláusulas, por ejemplo, en el ámbito de las residencias. “Las compañías especialistas entendemos y sabemos cómo hacerlo, y asesoramos a nuestros propios clientes en cuanto a requerimientos que muchas veces ellos desconocen”, aclara.
En cualquier caso, Marcos Barón, gerente de Barón Seguros, constata que se trata de un momento interesante para el mercado de RC Sanitaria, con más opciones “de las que hemos tenido nunca”. Se congratula de que haya más compañías con una vertiente muy especializada. Señala también que las demandas estén subiendo en número al igual que las indemnizaciones por efecto de la revalorización según IPC, que tiene marcada el Baremo de Autos.
Además, Natalia Simó reconoce que el nuevo Baremo de accidentes de tráfico ha introducido cambios en la valoración de daños corporales y morales, lo que puede influir en la cuantía de las indemnizaciones en casos de mala praxis, toda vez que “el nuevo baremo de daños por negligencias médicas no está ni se le espera, con lo cual el único al que tenemos que ajustarnos es al de accidentes de tráfico”.
Con todo, Daniel Zoreda explica en qué se basa baremo de accidentes de tráfico, por el que se rigen las reclamaciones sanitarias. “En el año 2016 subieron mucho las cuantías. Sin embargo, ha tardado mucho en verse reflejado. Las reclamaciones sanitarias tienen un recorrido medio de unos 7 u 8 años. Por lo tanto, el aumento de las cuantías por reclamaciones está empezando a reflejarse ahora. Por ejemplo, las de 2017 están viendo ahora un gran incremento de un 20 o 30%. Sin embargo, donde se ha notado el impacto de ese baremo es en las grandes invalideces, donde está llegando a aumentar hasta un 50%”.
Corrobora este dato González, ya que no se trata tanto de las subidas propias del aumento del IPC estándar, sino que en temas graves y muy graves se han visto crecimientos en las cuantías de las indemnizaciones con incrementos superiores al 50%.
Y si las indemnizaciones se han visto afectadas, también lo va a hacer la siniestralidad. Entre otros aspectos, como indica Simó, la falta de personal sanitario está derivando en un aumento de cargas de trabajo, lo que puede llevar a errores debidos a fatiga y sobrecarga, lo que, a su vez, deriva en más errores de diagnóstico y merma la atención al cliente, incrementando las listas de espera y los retrasos en los diagnósticos. “Toda esa falta de personal no solo impacta directamente en las reclamaciones, sino que también lo hace en el resto de los recursos de la asistencia sanitaria”, atestigua.
“Ahora mismo, hay una presión asistencial importante que está afectando a la siniestralidad”, redunda Zoreda, quien también hace hincapié en que esta situación provoca inseguridad, en algunos casos hasta física, en el personal sanitario: “Estamos en un despunte de las agresiones y ellos perciben esa falta de apoyo hacia el médico”, confirma, lo cual provoca que se centren más en hacer una medicina defensiva, subiendo el número de pruebas al paciente, aunque no sean necesarias, lo que hincha los costes. “Esa relación médico paciente se hace más impersonal y existe desconfianza mutua”, recalca, lo que genera mayor tensión y un aumento de las reclamaciones. “El que esté correctamente asegurado y disponga de un producto que le dé las garantías que necesita, va a permitir derribar el muro que está levantando la sociedad a la innovación y la asistencia sanitaria”, aboga.
La suscriptora de RC Sanitaria y Life Sciences de Beazley pone el acento en que tenemos uno de los mejores sistemas de salud pública del mundo, “pero es cierto, que esa calidad está cayendo”. En este sentido, expone datos de la OMS en cuanto a que España se encuentra a la cola de Europa en ratios de enfermeras: 625 por cada 100.000 habitantes frente a las 1.824 de Bélgica.
Marcos Barón también incide en la escasez de tiempo del que disponen los médicos para atender a sus pacientes, dado el alto número que tienen que atender, lo que perjudica la calidad asistencial: “Al final, derivan al paciente a que se haga pruebas con otros especialistas para no dar un diagnóstico que difícilmente se puede ofrecer en los 10 minutos que les están marcando desde la administración”, destaca.
Para reducir la siniestralidad y los riesgos, Pilar González, suscriptora de RC Sanitaria y Life Sciences de Beazley, considera que hay que hacer más hincapié en el tema de gerencias de riesgos, de seguimiento y, sobre todo, de inversión en tecnología, “pero que no se considere como un coste y que se mire a largo plazo para tratar de aligerar toda esa presión”, permitiendo que las pruebas sean más ágiles y más seguras gracias a esos avances, que reducirán la carga administrativa.
“También hay que hacer más énfasis en programas de formación, programas de actualización y especialización para el personal sanitario, poner especial relevancia en la implementación de los protocolos del consentimiento informado, protocolos y guías de prácticas clínicas, el uso de la tecnología de apoyo para reducir errores humanos”, apostilla la suscriptora sénior de RC Sanitaria de Berkley.
El director comercial de Uniteco expone la labor que hacen para ayudar al colectivo sanitario. En este sentido, han creado productos propios y específicos, basados en los más de 55 años que llevan trabajando con sanitarios como corredores, con garantías que van más allá de lo que hay en el sector, contando con el respaldo de las compañías especialidades en RC Sanitaria. Gracias a ese conocimiento han construido un producto que ofrece la máxima seguridad posible en el sector, comenta. Ello lo complementan con una asistencia jurídica completa y con formación para el día a día en los hospitales, centros sanitarios, asociaciones científicas, en gestión de historia clínica, consentimiento informado, derecho sanitario... “La misión es devolver parte del valor percibido al colectivo sanitario”, detalla.
Pilar González añade que la siniestralidad también se minimiza a través de despachos de abogados y de peritos absolutamente expertos y especializados. “Son fundamentales los proyectos especializados, el acompañamiento a tu cliente para reducir ese impacto”, ratifica.
Efectivamente, Natalia Simó, suscriptora sénior de RC Sanitaria de Berkley, cree que muchas veces los perjudicados solicitan compañías especialistas, tanto en suscripción como en la gestión de las reclamaciones, en las que el departamento de siniestros es una pieza clave.
Barón incide en que hay que “reducir esa intensidad y llegar a acuerdos cuando se produce siniestros es un tema fundamental”. Y por parte de los corredores, el atender en todo momento al sanitario desde el mismo instante en que comunica el incidente, “y que se sienta asesorado y no dé pasos en falso”.
Las primas tienen que ser suficientes. Como recuerda Natalia Simó, no hay que olvidar que estos profesionales están practicando una actividad de riesgo, lo que unido a una cultura de la reclamación por malas praxis, se produce un incremento de las mismas y, por ello, el coste del seguro tiene que ser el adecuado a cada especialidad médica.
Además, la percepción de que la prima es alta desaparece cuando se habla con un asegurado que ha sufrido un siniestro y ha estado bien acompañado por su aseguradora y corredor, comenta González. No obstante, desarrollan una actividad que impacta sobre la salud y la vida de las personas. “Y si lo comparas, con otros países, igual que a nivel de indemnización, las primas aquí son muy inferiores”, redunda.
El gerente de Barón Seguros explica que cuando algún médico le ha planteado alguna queja por el precio del seguro le hace la analogía con los seguros de Vida Riesgo: “Las primas que pagas responden al riesgo que soportas esa anualidad, al incrementarse las indemnizaciones y litigiosidad, lo normal es que suban algo las primas para adecuarse a esta situación de mercado”.
“Es un cálculo actuarial que va en base a la frecuencia y a la intensidad de la siniestralidad”, recalca Daniel Zoreda, director comercial de Uniteco, quien destaca el incremento del Baremo de Autos y de la jurisprudencia en las reclamaciones como factores clave en ese auge de las primas. Asimismo, sostiene que “la RC Sanitaria es tremendamente compleja, porque mientras en otras profesiones los daños a terceros son evidentes, en el caso de la RC Sanitaria se puede causar un daño habiéndole salvado la vida a un paciente. Sobre todo, hay que tener claro que los médicos en el 100% de los casos, actúan de buena fe”.
Precisamente los expertos convocados a la mesa redonda de Pymeseguros coinciden en que “la complejidad del propio sector médico y las particularidades de la mala praxis requieren un conocimiento muy profundo de los riesgos asociados”. Lo cual da mayor valor a contar con una compañía especializada como Berkley que lleva 18 años en el sector sanitario. “Es necesario un asesoramiento preciso, adecuado, diseñar las pólizas que más se ajusten a las necesidades de nuestros profesionales sanitarios y disponer de un departamento de siniestros especializado en este tipo de reclamaciones”, inquiere Simó. Además, destaca el papel de los corredores: “Son piezas fundamentales en todo el engranaje de la suscripción sanitaria”.
“La cercanía y la confianza de los corredores es fundamental, porque la compañía puede trasladar y asesorar, pero son ellos de los que van de la mano de los clientes”, suscribe la suscriptora de RC Sanitaria y Life Sciences de Beazley en referencia a los corredores.
Lo ratifica Daniel Zoreda y lo justifica con ese trato directo con el médico, que permite conocer en profundidad todos los aspectos y el día a día de su profesión, en qué consiste cada uno de los tratamientos que hace, qué riesgo tiene, cuáles son sus inquietudes, qué riesgos han normalizado y de los que no se dan cuenta: “Es importantísimo conocer su día a día, qué hacen, cómo lo hacen, cuándo lo hacen y saber asesorarles correctamente”, aclara, toda vez que la RC Sanitaria no es un commodity, sino que contemplan unos condicionados tremendamente complejos y que marcarán la diferencia a la hora de cubrir un siniestro o no. Por eso, es importantísimo que el sanitario cuente con un corredor especialista que conozca el sector y sepa suscribirle correctamente el riesgo.
Por todo ello, una problemática habitual en el ramo, destaca Marcos Barón, gerente de Barón Seguros, es que en muchos casos los capitales contratados están por debajo de lo que deberían, para ser adecuados y cubrir perfectamente el riesgo.
En este sentido, Pilar González, suscriptora de RC Sanitaria y Life Sciences de Beazley, dice que muchas veces los sanitarios solo se fijan en la prima, cuando también están aumentando mucho las indemnizaciones y existen diferentes niveles de riesgos, porque no es lo mismo un médico general, que un especialista en cirugía. Bajo su criterio, con el tema del Baremo de Autos, a nivel de establecimientos sanitarios, los límites deberían aumentar, y en la RC Patronal también se encuentran sublímites muy bajos, de 150.000 por víctima, que son claramente insuficientes. “Esto no es un commodity, es algo muy importante para su propia actividad y la póliza se tendría que revisar de forma constante en función de cómo va variando la actividad y van creciendo los riesgos”, zanja.
“Por eso es importante ir de la mano de los corredores, porque ellos constantemente revisan los riesgos, nos dicen si este médico continúa siendo anestesista o ha cambiado de actividad, si ha incrementado la facturación y necesitamos incrementar los límites...”, puntualiza la suscriptora sénior de RC Sanitaria de Berkley, que resalta ese “conocimiento del día a día de la actividad sanitaria” que tienen los mediadores y que a las compañías les permite suscribir las pólizas.
Como denuncia Zoreda, ahora están entrando más jugadores de lo habitual, que a su entender captarán primas durante un tiempo limitado y luego, lo más probable, es que se vuelva a poner el mercado duro. Asegura que a la hora de asesorar a los profesionales se encuentran con “tremendas barbaridades”, límites por víctimas excesivamente bajos, cuando ya se ven en el mercado indemnizaciones a víctimas de 5, 6 y 7 millones de manera habitual, aparte de la que se produjo en mayo y que llegó a los 13 millones de euros. “Nosotros cuando asesoramos nunca voy a ir en detrimento de las garantías para mejorar la prima. Mi recomendación siempre va en base a sus necesidades y los riesgos que está asumiendo”, asegura.
Y eso que, como reseña Marcos Barón las compañías están dando límites suficientes ahora mismo. “Es un tema más de balancearlo con la prima y también del asesoramiento que tienen los médicos en la contratación de la póliza”, aprecia, toda vez que las aseguradoras sí están ofreciendo esos límites, aunque, obviamente, tienen un coste.
Pilar González coincide en que hay capacidad suficiente en el mercado y que, cuando un cliente lo necesita, se le sugiere un límite mayor. Ahora bien, aprecia que hay casos peculiares, como startups que están empezando y que realmente por la actividad no están asumiendo un riesgo muy alto, pero simplemente por una exigencia de un contrato tienen límites absolutamente desproporcionados en el mercado español, por lo que a veces buscan una póliza en Estados Unidos.
Sobre las necesidades que les hacen llegar los sanitarios a los corredores Barón recalca el caso de algunos que ejercen en distintos países y que querrían tener una solución aseguradora común para todos, “lo que pasa que es un tema complejo por las legislaciones tan distintas que hay de unos a otros y por las indemnizaciones también tan dispares”. “Eso es un reto que tenemos, poder darles solución conjunta; desde un mismo país cubrir el riesgo en los distintos en que ejercen”, asegura.
“Es una necesidad del mercado y es muy complicado encontrar una solución porque es un tema muy complejo”, aduce González, cuya compañía está especializada en programas internacionales, dirigidos a empresas más que a profesionales individuales. Entre otros aspectos, porque la prima fuera de España es mucho más alta. “Y cada país con su normativa, con sus propias exigencias en cuanto a límites, tipología de cobertura de delimitación temporal, condicionados... Es un reto”, asume.
Pero no es el único. Natalia Simó, suscriptora sénior de RC Sanitaria de Berkley, argumenta un gran listado al que se tiene que enfrentar la RC Sanitaria: incremento de las reclamaciones, mayor frecuencia, mayor severidad en las demandas por malas praxis, los costes legales crecientes, los intereses, los cambios legislativos (como las actualizaciones del nuevo Baremo), la falta de personal sanitario, que impacta en la calidad de la atención médica y aumento de los errores, el envejecimiento de la población, la ciberseguridad... Además, hace hincapié en las novedades tecnológicas, que están para ayudar y para minimizar el error humano.
El director comercial de Uniteco incide en que el gran desafío para este ramo en los próximos años es adecuarse a las grandes innovaciones sanitarias y tecnológicas: robótica, biogenética, IA... “Uno de los grandes retos para los suscriptores es adaptarse a esta innovación, porque ya se está dando en el día a día”, confirma.
La suscriptora de RC Sanitaria y Life Sciences de Beazley también señala la adaptación de las pólizas a esa nueva realidad. En este sentido, precisa que normalmente las empresas tecnológicas contratan una póliza de RC Profesional Tecnológica, pero no se dan cuenta de que cuando disponen de instrumentos o elementos que puedan impactar en la salud de los pacientes, necesitan también una combinación de RC Sanitaria. Así, por ejemplo, cuando se cuenta con un aparato conectado a la red, que se utiliza para medir el azúcar, si hay una caída de servicio por un problema de software y esta persona tiene una subida de azúcar, la demanda irá por un tema de daño personal por responsabilidad civil sanitaria. Asimismo, destaca la cuestión de los ciberataques, ya que, por el valor de los datos, el sector sanitario es el tercero más impactado, con más de 500 empresas atacadas el año pasado, según Incibe. Todavía hay mucho que hacer para concienciar, a pesar de que puede derivar en una paralización del servicio.
“También la sanidad pública tiene que adaptarse a estas nuevas tecnologías, poner todos los medios adecuados para intentar prevenir o minimizar los ataques informáticos”, reclama Natalia Simó, ya que se trata de un proceso bidireccional al que tienen que adaptarse tanto las compañías aseguradoras, como la sanidad pública.
“Tenemos que estar muy preparados y desarrollar productos y servicios enfocados en la innovación”, argumenta Daniel Zoreda, director comercial de Uniteco, para quien es importante que los clientes se actualicen en temas de robótica aplicada, biosanitarios, ensayos clínicos..., “que las nuevas tecnologías y la IA lo van a cambiar todo”. Además, advierte que “la medicina e innovación sanitaria avanza a un ritmo mucho más rápido que los seguros”. Es clave definir las coberturas de manera expansiva para que contemplen las innovaciones, ya que a lo largo de un año salen nuevos tratamientos y praxis y es difícil estar al mismo ritmo que lo hace la ciencia”, concluye.
www.pymeseguros.com