Finalmente, se cumplieron las expectativas y la economía española creció en 2022 un 5,5%, lo mismo que en 2021, tras anotarse en el último cuarto del año un repunte trimestral del 0,2%, el mismo porcentaje que en el trimestre anterior, según el avance de datos de Contabilidad Nacional publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De este modo, la economía española encadenó en 2022 su segundo crecimiento anual consecutivo, tras el avance del 5,5% que registró en 2021 y que supuso el retorno a tasas positivas tras el descenso histórico del PIB del 11,3% provocado por el coronavirus.
La factura que ha dejado tanto la inflación como la guerra de Ucrania a lo largo de 2022 y que se ha plasmado principalmente por el descalabro del consumo de los hogares y la inversión empresarial, afectará al ritmo de la economía española a lo largo de los primeros meses de 2023.
Si un escenario de recesión técnica ya está descartado, a la vista de las previsiones de los principales servicios de estudios del país, el PIB para este año será sensiblemente inferior al 5,5% adelantado hoy por el INE.
La contribución de la demanda nacional al crecimiento del PIB en términos interanuales ha sido de 0,6 puntos, 2 puntos inferior al del tercer trimestre, mientras que la demanda exterior aportó 2,1, una décima inferior. Dentro del componente de la demanda, el consumo final aumentó el 2,4% frente al mismo trimestre de 2021, aunque es cinco décimas menos a la del tercer trimestre.
Las economías domésticas moderaron su consumo en esta parte final de año, mientras que el gasto de las Administraciones Públicas fue el verdadero motor de la demanda interna, tras crecer el 1,9%, 3,7 puntos más que en el anterior trimestre.
Sin embargo, el dato más preocupante de los datos conocido hoy es el importante descalabro de la inversión medida en la formación bruta de capital, que cayó el 5,5% frente a 2021. La inversión ha ido de más a menos, lo que puede apreciarse en la tendencia que ha venido registrando a lo largo de los sucesivos trimestres. Tras iniciar el año con un ritmo del 11,3% frente a 2021, poco a poco ha ido frenándose con tasas del 6,5% en el segundo, 1,5% en el tercero y la mencionada caída del 5,5% en el cierre de año, lo que antepone un ejercicio complicado para 2023 y un importante parón en el crecimiento del PIB, como anticipan los principales servicios de estudios.
En el conjunto de 2022, el PIB a precios corrientes se sitúa en 1.328.922 millones de euros, el 10,1% superior al de 2021.
La evolución del empleo, en términos de horas trabajadas, registra una caída intertrimestral del 0,1%, que en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo supone 1 punto menos que en el tercer trimestre.
En términos interanuales, por el contrario, las horas trabajadas aumentan un 2,7% como consecuencia del pleno levantamiento de las restricciones por el Covid, aunque supone cinco décimas menos que en el tercer trimestre. Los puestos de trabajo crecen el 2%, ocho décimas menos que en el tercer trimestre, una tendencia acorde con el ligero freno del empleo que mostró la EPA conocida este jueves.
Hace unos días el panel de Funcas, que recoge el consenso de las principales instituciones económicas españolas, revisó al alza las previsiones de crecimiento de la economía española para este año en dos décimas hasta el 1,3%. Más de la mitad de las 19 instituciones nacionales recogidas han aumentado sus expectativas de mejora del Producto Interior Bruto (PIB) para España y solo dos de ellas han revisado a la baja con respecto al último panel de noviembre.
La mejora de expectativas para 2023 obedecía a que la economía se había comportado "mejor de lo esperado en el último trimestre de 2022" y en el primero de este año, como afirmó María Jesús Fernández, economista senior de Funcas. Pese a la clara mejora de expectativas de manera generalizada, advertía de que las incertidumbres que rodean la economía son todavía muy elevadas: "Es difícil pensar que se vaya a mantener la bajada de los precios energéticos de final de año, que es lo que explica la mejora de expectativas. Todavía pueden ocurrir muchas cosas en el mercado energético".
El Consejo General de Economistas (CGE) ha sido la última institución que se ha sumado a aparcar, la posibilidad de recesión en la economía española a lo largo del presente ejercicio. Sin embargo, ello no quiere decir que vaya a tratarse de un año sencillo, ya que durante 2023 prevé un crecimiento de la economía del 1,5%, una inflación media del 5% y una tasa de paro que rozaría el 12,9%.
Se espera que el sector exterior y el turismo sigan siendo "elementos importantes" en 2023; las exportaciones, que superan el 40% del total de ingresos de la economía española y son garantía de que "el país va bien y está siendo competitivo"; y la moderación de costes laborales, que "evita los efectos de segunda ronda".
Por ello, ha reconocido que desde el consejo afrontan el presente ejercicio con "optimismo" y descartan que España vaya a entrar en recesión como se preveía, también debido al gran crecimiento de 2022, por encima del 5%, y que tendrá "un efecto tracción en los dos próximos trimestres".
El Instituto de Estudios Económicos preveía que la economía española creció el 4,5% en 2022, mientras que para 2023 anticipa un avance de solo un 1,2%, según su Informe semestral de coyuntura, "La ralentización, principal riesgo para 2023".
El Instituto de Estudios Económicos señaló que la economía española registrará en 2022 un crecimiento del 4,5%, principalmente gracias al impulso del ahorro embalsado sobre el consumo y de la recuperación de la entrada de turistas internacionales. "En general, se observa que, a pesar del aumento de la incertidumbre y del deterioro de las expectativas, la economía española está mostrando una evolución más positiva de lo que cabría esperar", destacan los expertos en el informe.
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