El mundo asegurador ha puesto la vista, desde hace años, en la tecnología blockchain, cuyas aplicaciones prácticas no tardarán en llegar en forma de smart contracts, mediciones paramétricas o cálculo automático de primas, entre otras. Unos avances que, según los expertos, terminarán cambiando la forma de trabajar del sector, adaptándose a su estricta regulación y atendiendo a las demandas de los nuevos consumidores.
Alejandro Mocholí, director de la correduría F&M Ferrándiz Mocholí, cree que el blockchain más que una revolución va a suponer una “reestructuración”, ya que lo que traerá consigo será un cambio de forma de proceder y de trabajar, por el que los distintos actores dentro del sector tengan ventajas. “El problema es que no es algo rápido, no es una implementación automática, pasa por una serie de procedimientos que van despacio y por una serie de regulaciones que, hoy por hoy, también está siendo muy lentas”, advierte.
Aun reconociendo que es “disruptivo” lo que se puede hacer con esta tecnología, Guillermo Herrera, CIO de Arag, tampoco hablaría de revolución, “porque el sector asegurador está muy regulado”, pero sí actuará como una de las palancas de innovación más importantes para cambiar la forma de hacer, dando oportunidad a muchos servicios y productos nuevos para poder “llegar mucho más allá”. Pero lo ve difícil cuando quedan por solucionar aspectos como que en España, aún hoy, más de un millón de vehículos no tengan seguro.
“Realmente la blockchain lo que permite es crear protocolos o bases de datos que sean globales, inmutables y trazables, y eso va a ayudar mucho a nuestro sector porque no tenemos actualmente bases de datos únicas donde podamos comprobar si hay un riesgo asegurado, en qué compañías puede un tomador tener un seguro, la trazabilidad de todas las pólizas, los siniestros, los recibos...”, comenta Pepe Such, CEO de Tourist-Broker y COO de Flexmyroom, que considera que si se creara un protocolo blockchain asegurador se formaría esa red única de información, fuente de datos, que fuera inmutable y transparente. En este sentido, se congratula de la aparición de los smart contracts, que permiten procesos automáticos que hasta ahora no se podían implementar y que podrían derivar en procesos como cobro automático de siniestros, pago fluido de recibos o tarifas inteligentes. “Los corredores vamos a tener que adaptarnos y ponernos las pilas a nivel tecnológico, porque vienen momentos de mucho cambio”, sugiere.
Higinio Iglesias, CEO de Ebroker, se muestra algo más escéptico sobre el gran cambio que va a producirse con blockchain. No obstante, como recuerda, “las grandes oportunidades anunciadas hace cinco años en torno a esta tecnología, lo siguen siendo hoy y no se han materializado aún”. Seguimos hablando de lo mismo: smart contracts, confidencialidad de datos, aportación a las operaciones de reaseguro y coaseguro, identidad digital... En parte, porque la innovación que ha de aportar esta tecnología tiene que casar con la realidad normativa y su evolución legislativa: “La realidad es que en estos cinco años hemos evolucionado muy poco, prácticamente nada, y tampoco existe una clara voluntad en la industria para aplicar esta tecnología, posiblemente porque la normativa reguladora y la regulación es un importante freno. Por ejemplo, blockchain aún no es capaz de aportar evidencias sostenibles a nivel legal que eviten que una cuestión, que termine en un proceso judicial, sea concluyente para un juez o magistrado”, señala.
Además, Guillermo Herrera asume que para que realmente se implemente en el sector debe haber muchos actores que apuesten económicamente por ella, incluidos los reguladores. Ya que para aportar al mercado falta un soporte regulador a nivel de la Unión Europea. “Hacer algo fuera de esta regulación y que abarque todos los actores del mundo del seguro implica que te hace falta una regulación”, concluye.
Una regulación que, como precisa Alejandro Mocholí, ya se ha iniciado con el Real Decreto 7/21, en el que se empieza a determinar quiénes son los actores y los prestadores de servicios vinculados al blokchain: “Se ha comenzado a regular, pero de forma muy banal, porque no entra en el mundo cripto, pero es algo que se ha iniciado y cuando realmente una compañía empiece a adecuar su oferta a la demanda y sea accesible al público en general, el uso se va a disparar”, confía. El problema es que todavía el mercado no está preparado, falta mucha digitalización, pues va a conllevar un cambio de los sistemas con los que se está trabajando hoy en día, hasta el punto de que una entidad no va a tener un departamento de administración, siniestros y procesos, lo que va a tener son activadores de esos nodos. “Nosotros como corredores vamos a tener que generar nuevos productos donde la demanda se adecue de alguna forma a la oferta que queremos presentar y un tercero va a tener que controlar cuál es el coste máximo admitido o no admitido de cara los inversores dentro de una compañía”, matiza. Con todo, aprecia que, aunque lentamente, en los últimos dos años se está produciendo un trabajo en el ámbito digitalización muy fuerte, tanto por parte de aseguradoras como de grandes brokers.
Pepe Such, conocedor de la tecnología blockchain por su especialización en el mundo cripto, reconoce que, aunque lleva muchos años funcionando, se empieza a escuchar últimamente por el auge del bitcoin, cuya filosofía es la descentralización, sobre todo, no depender de terceros, “y eso es un gran choque con el sector asegurador”. Además, destaca que la tecnología blockchain de por sí no aporta mucho valor si no se le añade un token que permita la gobernanza o la teoría de los juegos para buscar un incentivo en los usuarios, “eso es lo disruptivo de verdad”. A su entender, la innovación no va a venir de las grandes compañías, sino de aquellas startups que estén en sitios como Delaware (EE.UU.) o Crypto Valley (Suiza), “donde la regulación acompaña”. “Pero es muy importante que las compañías del sector en general, las grandes empresas y las entidades públicas ayuden y sean proactivas”, recalca.
“Las aseguradoras tradicionales estamos encorsetados por la regulación, por lo que la revolución de blockchain no vendrá por nosotros, sino por los nuevos players que ya están apareciendo, que, de momento, al no estar sujetos a la misma regulación que nosotros, hace que no compitamos en igualdad de condiciones”, coincide Herrera.
Además, como reseña Higinio Iglesias, nada hace pensar que la intensidad en la regulación para la industria aseguradora vaya a disminuir en los próximos años, entre otras cosas porque el criterio legislativo en el marco europeo está fuertemente orientando a la defensa de los derechos de los consumidores: “Blockchain tiene sus orígenes en la idea de un sistema financiero libre de regulación y fuera del alcance de las autoridades financieras, y eso no es una gran carta de presentación para una industria que va en un sentido totalmente opuesto y para el que la regulación es la palanca esencial en la defensa de los derechos del consumidor final”, puntualiza. Por lo tanto, cree que, aunque blockchain puede servir a unos fines de negocio, la realidad es cómo conseguirlo salvando estos obstáculos para que se den las condiciones objetivas que permitan que blockchain sea una tecnología que avance y aporte valor a la industria aseguradora.
“La regulación es necesaria porque nos da seguridad”, asegura Such, para quien, eso sí, la hiperregulación es igual de mala que la desregulación. De hecho, cree que dentro del mundo blockchain existe cierta normativa, a modo de smart contract, “porque es un contrato inmutable que aceptan las partes, es un software que te dice qué va a suceder dependiendo de un suceso”.
Aunque Iglesias reconoce que la hiperregulación frena la libertad de comercio y la expansión de los negocios plantea que la gran cuestión es “cuál es el nivel razonable de intensidad en la regulación que permita encontrar un equilibrio entre la defensa de los consumidores y la innovación en la industria”.
Efectivamente, el CIO de Arag asume que los competidores no son compañías de seguros que cumplan con la regulación, son empresas de servicios que venden unos productos parecidos al asegurador, “pero, ¿qué pasará en un momento en que por no cumplir y no tener todo lo necesario no puedan atender a todos los siniestros de aquellos que les han contratado?”, se cuestiona.
El CEO de Ebroker entiende que, en esos casos, para que puedan operar como un asegurador, si quieren que tenga efecto jurídico, necesitarán irse al sandbox, pedir autorización y colocar ahí el proceso de innovación, porque si recogen dinero de ciudadanos para pagar los siniestros y no son aseguradores estarán incumpliendo la ley.
En cualquier caso, Mocholí cree que la evolución de blockchain se va a producir por la demanda: “Yo no concibo que mis hijos consuman productos aseguradores como he consumido yo, o sea, que vayan a aceptar bajo ningún concepto un contrato de adhesión donde te metan 27 garantías que no quieren excepto una”, asegura, ya que desde su punto de vista el mercado va a tener que evolucionar y, por ende, se va a tener que regular, porque la demanda va a cambiar y está cambiando ya “de forma flagrante”. Además, cuando una aseguradora vea que con sistemas homólogos o mediante tokens puede activar procedimientos de servicios y de prestaciones dentro de contratos de seguros, su ahorro de costes será grande “y apostará por ello”. De hecho, cree que convivirán contratos de adhesión de forma tradicional con productos que las compañías ahora mismo ni conciben: “Las aseguradoras van a tener que entrar en ese juego regulatorio y utilizar sistemas vinculados a esos nodos o a esos tokens”, concibe.
Higinio Iglesias, CEO de Ebroker, reconoce que con el tiempo las cosas cambian y que las tendencias de los consumidores mandan y la regulación tiene que acompañar a la evolución y a los intereses de estos, pero eso va despacio: “Es posible que blockchain acabe consolidándose y acabe ocupando un espacio útil en el mundo del seguro, pero no sé cuánto tiempo ha de pasar para ello. Los últimos cinco años no son un buen ejemplo de avance.”, advierte.
Para el CEO de Tourist-Broker, por la parte regulatoria hay un matiz que cambia todo, y es que para blockchain no existen las fronteras, es una red mundial: “Fronteras físicas lógicamente que hay, pero la tecnología Internet derrumbó las fronteras. Tú puedes acceder a cualquier sistema en los países libres. Blockchain, y sobre todo cripto, nos abre al mundo”, aprecia. De ahí que las neoaseguradoras, que realmente son protocolos de seguros descentralizados, no tienen fronteras, no tienen prácticamente regulación en la actualidad. “La regulación poco a poco se irá adaptando, igual que se va adaptando con otras innovaciones que van naciendo, aunque yo creo que la innovación va a venir por protocolos descentralizados y las DAOs, que están naciendo en sitios donde les han permitido tener una regulación para poder nacer y poder desarrollarse”, sostiene.
Sin embargo, Higinio Iglesias opina que la regulación va a ir a más, porque el que no existan fronteras “es una ilusión, siempre existirán fronteras físicas y virtuales”: “Las podremos atravesar más o menos fácilmente con un DNI, con un pasaporte o con un chip metido bajo la piel, pero la realidad es que siempre van a existir fronteras”, mantiene. En cualquier caso, valora que blockchain presenta unas ventajas indudables como tecnología y que hay que introducirla en un sector asegurador en el que es esencial hacerlas de forma eficiente y segura. “Blockchain es una tecnología cuyo uso aporta eficiencia y seguridad, y eso es bueno para la industria y también para los derechos del consumidor, y “eso, sin duda, estará muy bien visto por quienes tienen la competencia de establecer las normas regulatorias”.
De hecho, ya se están gestando algunos protocolos blockchain para el mercado asegurador. Como apunta Pepe Such, CEO de Tourist-Broker, ya hay algunos, como Nexus Mutual o Unslashed, que están asegurando riesgos, especialmente del mundo cripto, sobre todo fallos de sistema y de protocolo, robo de datos, ciberseguros... Por el momento, cubren riesgos dentro del propio ecosistema de finanzas descentralizadas: “Son los primeros gérmenes”. “Esas neoaseguradoras tienen condicionados y una especie de pólizas, por lo que vamos a tener que empezar a entender qué cubren y que no, y tendremos que estar ahí los brokers para asesorar a los clientes sobre qué tipo de seguros tienen que contratar”, confirma.
Para el director de F&M Ferrándiz Mocholí, los corredores serán “parte indispensable” en la validación de la prestación de servicio o indemnización. “En todo este proceso creo, entiendo y deseo que los corredores sean parte de ese engranaje fundamental como para defender los intereses del cliente”, sostiene. Asimismo, insta a todos los actores a “hacer un trabajo muy serio” para forzar a que de alguna manera la regulación deje trabajar y evolucionar este sector. Además, aprecia que los ciclos, los tiempos y las exigencias están cambiando, por lo que hay que tener cuanta más información mejor para saber cuál es el máximo riesgo financiero y el retorno de esa rentabilidad. Considera, asimismo, que las exigencias de consumidores e inversores harán que este proceso no se dilate mucho en el tiempo, aunque la regulación sea compleja, “porque la regulación, lo que no puede hacer es parar los derechos y los intereses legítimos del consumidor final”. “Hasta ahora estaba protegiendo, pero no puede desproteger, no dando este tipo de libertad, de información y de prestación”, considera.
“Hay que establecer un equilibrio real cuando se habla de los consumidores, entre sus derechos por la demanda y su protección por el consumo”, aclara Iglesias. Según su punto de vista, el mensaje de que la regulación frena la innovación es “tendencioso”. “Cuando la innovación se mueve en ámbitos regulados ha de convivir, con lo cual no podemos echarle la culpa de la falta de avance por innovación a la existencia de regulación. La regulación está ahí y tendremos que convivir con ella y hemos de ser innovadores, disruptivos, pero dentro de lo que es un marco regulado”, propone.
En cualquier caso, Guillermo Herrera, CIO de Arag, destaca que cuando se habla de regulación de lo que se trata es de “competir en las mismas condiciones”, por lo que el contratar un seguro a través de blockchain exige a la comercializadora aportar unas contraprestaciones concretas y nuevos servicios “para hacer las cosas mejor y más rápido”. En concreto, señala ventajas en el seguro de alquiler, como la agilidad en el lanzamiento de acciones ante un impago de la renta de alquiler; o en Autos, que en caso de accidente mediante un smart contract active todo el procedimiento necesario; o en agroseguros, donde los seguros paramétricos permitan el uso de unas herramientas que en algunos sitios detectan más volumen de lluvias o mayor velocidad de viento, lo que automáticamente ya generará una prestación.
“Cuando una tecnología es tan buena y es tan potente, acabará por imponerse, otra cosa es que la regulación venga más tarde”, contempla Pepe Such, para quien se va a poder innovar mucho en los seguros paramétricos, que permitirán avanzar en ramos como Viajes o Agrario, al poderse valorar multitud de derivadas.
Hay ramos, eso sí en los que es más viable aplicar la tecnología blockchain porque se pueden parametrizar muy bien, como Vida, Decesos o Salud. “La tecnología tiene que entrar, tiene que expandirse y empezar a hacer prestaciones de servicios y poco a poco ir mejorando con terceras personas que entren dentro del sistema y que sean realmente especialistas en el mundo cripto”, arguye Alejandro Mocholí, director de F&M Ferrándiz Mocholí.
“Todo está por crear y todo está por desarrollar, pero yo creo que se va a hacer a través de protocolos de seguros descentralizados y organizados por DAOs”, destaca Such, quien indica que ya están naciendo una especie de jurados populares descentralizados en los que la gente puede participar y dar su opinión sobre conflictos, con un sistema de incentivos con tokens para que la decisión sea lo más justa posible, lo cual se podría reproducir, pero con peritos profesionales para siniestros del futuro.
En cualquier caso, Alejandro Mocholí recalca que los seguros paramétricos están más enfocados a los grandes eventos catastróficos a nivel internacional, para limitar el impacto financiero. “Estos seguros paramétricos lo que vienen a predecir es el costo financiero y la limitación y, por ende, también proporcionan la prestación rápida a los perjudicados”, comenta. No obstante, “son elementos que cada vez son más necesarios porque estamos viviendo desastres climatológicos, y sí que es verdad que se pueden tener datos ciertos sobre métricas históricas y sobre daños, y sobre elementos de cara a las posibles indemnizaciones”.
“La operativa paramétrica es independiente de la regla de negocio que rige la materia aseguradora”, reseña el CEO de Ebroker, quien constata que, si el cliente tiene derecho a percibir una indemnización concreta por un seguro, eso es lo que va a recibir, en ningún caso más. “La ventaja de blockchain es que permite implementar la forma de atender estas indemnizaciones de una manera funcional, actuando de forma eficiente, segura, inmediata e indemnizando al instante”, puntualiza.
Lo que se consigue, como confirma Mocholí, es que gran parte de esos perjudicados perciban la indemnización de forma muy rápida. “Este tipo de activaciones son seguros parametrizados, es decir, que se percibe la indemnización en cuanto ocurre el evento y son muy fácilmente calculables porque se sabe cuál es la intensidad, la probabilidad de ocurrencia, la masa crítica que va a afectar… Se puede calcular muy bien ese coste”, asegura.
Higinio Iglesias, CEO de Ebroker, pone como ejemplo de que en España existe un registro electrónico catastral que identifica las fincas, antigüedad, dimensiones, titularidad, etc., por lo que sería posible una gestión automatizadas de un siniestro, por ejemplo una circunstancia consorciable, de una manera altamente eficiente respecto al cálculo de las indemnizaciones, pago de la indemnización, etc. Aun así, mantiene su escepticismo sobre los plazos en que esos seguros paramétricos se vayan a aplicar: “Ese debería de ser el camino, pero aún estamos lejos de que sea una realidad”, concluye.
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