María Ameijeiras, directora general de AF Correduría
Las modalidades Industrial y Comercio de Multirriesgos siguen creciendo, pero existe una competencia por el precio que, según María Ameijeiras, directora general de AF Correduría, no ayuda a que las empresas se conciencien de lo vital que es hacer un buen aseguramiento. “Al empresario hay que trasladarle la importancia que tiene protegerlo haciendo un buen análisis del riesgo, porque afecta directamente a su cuenta de resultados”. El reto por parte de las aseguradoras, es “llegar a tener la capacidad de ser flexibles y escapar de los condicionados de adhesión. Contar con suscriptores preparados y con el talento necesario para poder negociar clausulas y textos libres dentro de los condicionados, además de capacidad de reaseguro”.
ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA PYMESEGUROS Nº 83
María Ameijeiras, directora general de AF Correduría, aporta los datos de ICEA sobre el crecimiento en volumen de primas en Industrial, con un aumento del 7,58% (algo que contrasta de forma positiva con el 0,58% de 2017) y en Comercio con un incremento del 1,91%, también ligeramente por encima del año anterior. En su opinión, “parece una buena noticia. Sin embargo, aún estamos más de un punto por debajo de los volúmenes que se registraban en años anteriores a la crisis de 2007 y es que la pérdida de tejido empresarial ha sido tan importante en esta década que está costando alcanzar el suelo perdido, a pesar de que España esté creciendo por encima de la media”.
Para este año, los datos que maneja Ameijeiras le hace pensar que iremos en la línea de lo expuesto anteriormente. El crecimiento en AF Correduría en este ramo está alrededor de un 8% y sus objetivos, reconoce que “ambiciosos”, es pasar de dos dígitos. “Nos preocupa la situación coyuntural y la incertidumbre económica derivada del contexto internacional, sobre todo Europa, con el brexit; y también la inestabilidad política de nuestro país, que está afectando al estado de la economía. La producción industrial en Europa ha sufrido un batacazo a finales de 2018, peor incluso que en 2012. Sin embargo, España está resistiendo y sigue creciendo por encima de la media. Pero, inevitablemente, si la debilidad de nuestros vecinos continúa, el contagio puede llegar. Aun así, somos optimistas en cuanto a las previsiones para este ramo ya que llevamos una serie de años poniendo el foco en clientes con perfil empresa y eso al final da sus frutos”.
Creciendo en el negocio de empresas
AF Correduría es una compañía de segunda generación, fruto de la evolución de una empresa familiar con presencia en el sector desde 1958. Históricamente, ha tenido una cartera con un peso importante en particulares. Sin embargo, la evolución del mercado, la competencia, la transformación digital que afecta a los hábitos de consumo les hizo reflexionar ya hace años sobre dirigir su estrategia hacia productos en dónde la labor como corredores de seguros, consultores y asesores de riesgos, aportase más valor. Su directora general explica que como “algunos productos dirigidos al cliente particular se estaban convirtiendo en commodities, pusimos el foco, sin abandonar al particular, en perfiles de clientes empresas y autónomos a los que podemos ofrecerles un gran valor añadido. En España en general y en Galicia en particular, nos encontramos con un tejido empresarial en donde hay muy poca cultura del riesgo, con pequeñas empresas, que son las que están más expuestas. Cualquier eventualidad en el ejercicio de su actividad puede llegar a cerrarles el negocio y nosotros como correduría especialista en gerencia de riesgos, podemos aportar un amplio abanico de soluciones. Yo prefiero siempre, hablar de consultoría y análisis integral de riesgos que, de ramos o productos de seguros, esta es la parte final de nuestro trabajo, la solución aseguradora para transferir el riesgo y el Multirriesgos Pyme es una solución más, entre otras”.
Su apuesta por este negocio les ha llevado a que, en estos momentos, suponga entorno al 18% de su cartera y creciendo… Tienen un departamento especialista en empresa, pero siguen manteniendo la línea de negocio de particulares.
La realidad es que los mediadores siguen distribuyendo casi el 70% de las primas de Multirriesgos, según datos de ICEA. Eso se debe, según María Ameijeiras porque es necesario “el asesoramiento de un experto. Hay muchos factores y muy diversos en la actividad de una pyme que se deben de tener en cuenta a la hora de transferir un riesgo. Hay coberturas que se han de analizar muy bien, por ejemplo las pérdidas consecuenciales (pérdidas de beneficio) o la responsabilidad civil patronal, en dónde los sublímites pueden ser muy bajos o la de productos en dónde esté contratada, pero que al final no se cubra la retirada del producto. Por otro lado, está el seguimiento y actualización de estos contratos ya que el riesgo de la empresa es un riesgo vivo, que se modifica continuamente porque su actividad también lo hace, y el canal que está preparado en la actualidad para dar este tipo de asesoramiento es el de la mediación”.
Limitaciones de coberturas para ciertas actividades
A la hora de realizar su trabajo, los corredores se encuentran, apunta Ameijeiras, “con limitaciones de las aseguradoras en ciertas actividades en las que no quieren entrar por tener un mayor nivel de riesgo. Las aseguradoras tradicionales a veces no dan coberturas y tenemos que buscar otro tipo de soluciones”. Además, se queja de la “lentitud de respuesta en la suscripción y los problemas en conectividad con las plataformas de las aseguradoras que llevamos sufriendo en otro tipo de ramos, que se van superando, pero muy lentamente”.
Uno de los problemas del ramo es que existe una fuerte competencia y cree “que se está heredando el error que se ha cometido en otros productos de particulares y es que parece que no hay tarifa. Se compite bajo el prisma del precio, algo que no favorece que las empresas se conciencien de lo importante que es hacer un buen análisis del riesgo y no solo del precio. Al empresario hay que trasladarle la importancia que tiene el construir bien un programa de seguros, de protegerlo, porque afecta directamente a su cuenta de resultados, haciendo un buen análisis del riesgo, encajando bien la actividad o las actividades de la empresa, con franquicias, muy denostadas pero tan necesarias en algunos riesgos, con segundas capas… En definitiva, definir muy bien la política aseguradora. De estas cosas tenemos que hablar los corredores”.
Cada empresa tiene un mapa de riesgos diferente y en el mercado, a veces, hay limitaciones por parte de las compañías para poder encontrar el encaje necesario a distintos riesgos. El reto por parte de las aseguradoras, según María Ameijeiras, es “llegar a tener la capacidad de ser flexibles y escapar de los condicionados de adhesión. Contar con suscriptores preparados y con el talento necesario para poder negociar clausulas y textos libres dentro de los condicionados, además de capacidad de reaseguro. Pero yo creo que muchas veces por parte de las aseguradoras falta personas preparadas para esto, es importante que inviertan en tecnología, pero también en formación aseguradora de sus empleados”.
Asesoramiento y servicio rápido y eficiente
Estamos presenciando cambios en la demografía, geopolítica, energía, tecnología y experimentando lo que llamamos transformación digital. La exposición al riesgo aumenta de manera exponencial, tanto en particulares como en empresas. La evolución social hace que emerjan nuevos riesgos, los cambios en la manera que tenemos de comunicarnos y acceder a la información nos mantienen en una exposición continua a sufrir ciberataques. Todo lo relacionado con la inteligencia artificial, la robótica, el internet de las cosas que hace que se transforme nuestra manera de trabajar. El desarrollo y la evolución de estos riesgos hace que la industria aseguradora tenga que actualizar sus productos. Sin embargo, la directora general de AF Correduría advierte de que “no debemos perder de vista a los riesgos tradicionales ya que ponen en peligro la sostenibilidad del sistema”.
Todo ello, sin dejar de aportar todo aquello que valora la pyme: “el servicio rápido y eficiente en el momento del siniestro y el asesoramiento antes de realizar el contrato y en el momento de una eventualidad, si llega a existir. Este tipo de contratos suelen tener cláusulas que a veces no son fáciles de interpretar y hay que estar acostumbrado a ello, a fijarse muy bien en cada figura del contrato, en cada definición, en los límites y sublímites, en los ámbitos territoriales y temporales etc. Por ello, es importante el asesoramiento de alguien con experiencia en este tipo de ramos y no aquellos distribuidores que solo comparan precio”.
Los Multirriesgos para pymes están en continua actualización. De hecho, Ameijeiras comenta que “últimamente algunas compañías, por ejemplo, han adaptado su oferta de pólizas de todo riesgo de daños materiales (producto destinado tradicionalmente a grandes riesgos o empresas medianas) a pymes. El concepto cambia radicalmente ya que en este tipo de pólizas los riesgos no tienen que estar nominados y la carga de la prueba recae en el asegurador no en el asegurado, limitándose a cubrir todo excepto lo que está excluido expresamente. Además, las compañías están añadiendo garantías opcionales continuamente, adaptándose a los nuevos riesgos y evolucionando las existentes como es el caso de la responsabilidad civil que en el terreno de la RC patronal se han subido los sublímites, el introducir la RC de contaminación accidental, la garantía para los bienes en custodia, la infidelidad de los empleados, la RC de directivos que algunos Multirriesgos la contemplan, etc.”.
Este ramo, como el resto del sector, se enfrenta, según la directora general de AF Correduría, “al reto de que su capacidad de innovación y adaptación vaya acorde a la rapidez de los cambios en nuestra sociedad y las necesidades de transferencia de los riesgos emergentes”.
Nueva cultura corporativa de las empresas
Hablando del futuro, María Ameijeiras comenta que “diversos informes de consultoras y tecnológicas apuntan a que en 2025 más del 50% de la fuerza laboral estará en manos de los millennials (los nacidos entre 1977 y 1994), que viven continuamente conectados y que tienen unos valores diferentes, preocupados por el medio ambiente, por el trabajo colaborativo, buscando un nuevo equilibrio entre trabajo y vida personal, dándole más importancia a experimentar que a poseer, con lo que esto supondrá para la cultura corporativa de las empresas. Mi percepción y experiencia es que la revolución digital está llegando al sector, pero poco a poco y hoy en día de una manera superficial. Las aseguradoras están invirtiendo en colaboraciones con startups, con insurtechs (unión de tecnología y seguros), pero aún están muy ancladas en el modelo de negocio tradicional. Considero una barrera muy grande el tema de la seguridad, se tiene que avanzar mucho en este sentido para que los consumidores y empresas se lancen de manera masiva a un cambio de modelo total y se irá realizando de forma paulatina hasta que este inconveniente, entre otros, se vaya superando”. La directora general de AF Correduría cree que “tendremos que ir modelando entre todos los actores del sector el nuevo modelo del futuro que queremos tener, pero considero que por el bien del consumidor, sobre todo en productos de empresas, deberá de estar integrado el asesoramiento independiente del corredor. En mi opinión, es la tercera pata del modelo (asesoramiento, tecnología y servicio) y no es para nada incompatible con la transformación digital. Las compañías que apuesten por ello, colaborando con este canal sin medias tintas, por ejemplo, en la conectividad con sus APIs, desde mi punto de vista, serán las que mejor posicionamiento mantendrán en el segmento pymes”.
En relación a la incorporación de la tecnología a productos para pymes, considera que “como en el caso de seguros para particulares la conectividad que ofrece el internet de las cosas y la inteligencia artificial, favorecerá la prevención de riesgos de la naturaleza o los de robo. El blockchain permitirá la trazabilidad en transportes de mercancías, en responsabilidad de productos, etc. por citar algunos”. Pero insiste que “aún veo poco proclive al sector y poco madura esa tecnología. Se debe superar además el tema de la seguridad y la gran resistencia al cambio que hay en el sector por parte de toda la fuerza laboral”.
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