“Estar presente cuando las cosas van mal”. Esa es la principal razón de ser del seguro, tal y como resalta el informe ‘Estamos Seguros 2020’, elaborado por Unespa, una radiografía de la actividad aseguradora del año pasado. Se ocupa de averías, de accidentes, de problemas empresariales, de proteger la salud y la vida de las personas y de aportar confianza para promover el consumo y la inversión. Una industria con un impacto determinante en la sociedad y la economía del país, que solo el año pasado atendió 150 millones de percances.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA PYMESEGUROS Nº 110
Desde un punto de vista económico, la actividad aseguradora representa en torno a un 5,2% del PIB español, aunque su relevancia es mayor. No obstante, los pagos indemnizatorios realizados por el seguro (calculados en relación al PIB), supusieron un 2,96% en cuanto a daños personales y un 1,29% respecto a daños a bienes, a septiembre de 2020.
El seguro, además de pagador de las prestaciones comprometidas, es un inversor institucional de primer nivel. Las aseguradoras y los fondos de pensiones muestran una vocación inequívoca por el largo plazo y los emisores de calidad. Esto le convierte en fuente de financiación para los actores más eficientes y necesarios de la economía. De hecho, el seguro “tiene un apetito particularmente elevado por una inversión beneficiosa para todos: la deuda pública”. De tal modo que invierte más de 143.000 millones en deuda pública que sirven para construir carreteras, escuelas, hospitales y financiar el bien común.
Otro de los aspectos relevantes del sector es su solvencia, que permite a una aseguradora garantizar que cumplirá sus compromisos. No obstante, el cliente no solo quiere que su asegurador sea sólido y capaz en el momento presente, sino que lo siga siendo en el futuro, cuando él siga teniendo necesidades que deban ser colmadas a través de su seguro.
En este aspecto, la solidez financiera del seguro español es más del doble de la que le exige la ley. A septiembre de 2020, el capital de solvencia obligatorio del sector (CSO) era de 24.898 millones de euros, mientras que el excedente de capital sobre el CSO fue de 33.164 millones y el ratio de cobertura de 2,332 millones. Las provisiones del seguro, por su parte, se elevaban a 198.366 millones en Vida; 4.273 en Salud; 13.516 en Autos; 6.595 en Multirriesgo; y 17.204 en Resto.
Para protegerse, los españoles invierten 4,35 euros de cada 100 que gastan. Una realidad que es muy diversa según el territorio. Los que más invierten en seguros son los habitantes de Cataluña (4,82 euros), por delante de los gallegos (4,63) y los castellanomanchegos (4,48). En el lado opuesto, los navarros son los que menos dinero dedican a la contratación de seguros, apenas 3,15 euros de cada cien, seguidos de los melillenses (3,59) y los ceutíes (3,64).
Otros datos a destacar sobre la penetración del seguro en la sociedad no dejan lugar a dudas de su enorme importancia: el 97% de los hogares tiene contratado al menos un seguro y en el 96% están presentes las pólizas más comunes, siendo la combinación más contratada por las familias es la del Automóvil y la primera vivienda.
El seguro de Vida es uno de los que mayor aceptación tiene, con 9.181.927 españoles que le han confiado ya 187.500 millones de euros. Por otro lado, en torno a 70.000 familias que cada año sufren la tragedia de una muerte inesperada equilibran su situación económica gracias al seguro de Vida. De ellos, el mayor número (2.689.492 personas) apuestan por los capitales garantizados, aunque son las rentas vitalicias y temporales las que más capital de ahorro sustentan (62.568).
En Autos, el seguro resolvió 11.023.166 percances solo en 2019, la mayoría relacionados con la asistencia en viaje y los daños propios, pero también relativos a robos, incendios o reclamaciones de daños. Además, se atendieron a más de 293.000 víctimas directas y más de 297.000 víctimas con perjudicados.
Pero si hay un seguro que ha ido tomando mayor peso en la sociedad en los últimos años ese es el de Salud, con casi 13 millones de clientes, de los que más de 11 millones tienen un seguro de prestación de servicios sanitarios. Por lo tanto, alcanza al 23,35% de los ciudadanos, ya sea a través de contratos de particulares o de colectivos. Además, cada vez más empresas ofrecen este tipo de producto como un beneficio social para sus trabajadores. Por autonomías, Madrid, Ceuta, Cataluña y Melilla son las que tienen una mayor proporción de población con seguro médico, rebasando en todos los casos el 30% de los habitantes, mientras que Cantabria (en la que apenas el 7,7% tiene uno), Navarra y Murcia son donde hay menos penetración, inferior al 15% en todas ellas.
El informe también destaca que, mediante su capacidad de servicio, los seguros patrimoniales aportan certeza a las familias en sus hogares, a las comunidades de propietarios, y a las empresas en sus sedes e instalaciones. En 2019 se atendieron un total de 9.449.759 incidentes, la inmensa mayoría en viviendas (7.406.202), siendo los daños por agua los más frecuentes (3.506.289 en el total de inmuebles), seguidos de rotura de cristales (1.360.825) y servicios de asistencia (1.058.917).
Mientras, el seguro de Decesos, de gran tradición en España, ha mantenido su impulso en 2020, de modo que 22.083.286 de personas cuenta con uno (el 46,6% de la población), siendo el grupo de edad de entre 41 y 60 años quienes más lo tienen contratado (suponen un tercio del total). Extremadura, con el 70,9%; Asturias, con el 64,6%; y Andalucía, con el 61,7%, son las regiones en el que un mayor porcentaje de población cuenta con esta póliza, mientras que su alcance es limitado en Melilla (16,5%), Islas Baleares (21,9%) y Navarra (23,9%).
Además de su implantación entre la ciudadanía, el estudio defiende que el sector asegurador está comprometido con la sostenibilidad en todos sus factores: social, ambiental y de gobernanza. En el terreno ambiental, el carácter de inversor institucional de las aseguradoras favorece la implantación de una economía sostenible. Así, en el desempeño de su rol protector, las entidades promueven la prevención entre sus asegurados y, cuando lo peor se materializa, facilitan la reconstrucción.
No obstante, al encargarse de asumir riesgos de terceros, trabaja para minimizarlos al máximo, animando al resto de actores económicos a comprometerse a llevar a cabo una serie de medidas de buenas prácticas en materia de prevención. Y sin aun así ocurre un incidente, el seguro es el encargado de reparar los daños, ayudando a particulares, empresas o instituciones a salir adelante.
Casos evidentes de ellos es cuando tienen lugar fenómenos extremos, que, por culpa del cambio climático, tienen cada vez un impacto mayor en la sociedad. El seguro actúa como protector ante estos eventos mediante la indemnización y reparación de los daños. De hecho, entre 1987 y 2019, el Consorcio de Compensación de Seguros indemnizó 7.378 millones de euros por los eventos meteorológicos extremos.
Asimismo, el seguro favorece el desarrollo económico y social. Protege a las personas frente a los infortunios que se presentan en la vida. “Internamente, las entidades favorecen la igualdad de oportunidades en sus organizaciones, la integración y el voluntariado”, sostiene el informe. En la actualidad, las mujeres copan el 52% de la plantilla de las aseguradoras y el 31% de los miembros de los comités de dirección de las aseguradoras son mujeres, siendo especialmente relevante su presencia en puestos de responsabilidad en otros departamentos, como Verificación de Cumplimiento y RR.HH. y Formación.
En materia de gobernanza, el análisis pone énfasis en que las aseguradoras destacan por ser empresas volcadas con la transparencia. El sector rinde cuentas de su actividad ante la sociedad, de tal modo que publica anualmente datos relacionados con información no financiera y de diversidad: protección ambiental, respeto de los derechos humanos, responsabilidad social y tratamiento de los empleados, lucha contra la corrupción… Y hasta siete de cada 10 aseguradoras disponen de políticas de responsabilidad social corporativa.
Además, genera unos 160.000 puestos de trabajo directos en España, de los que cerca de 50.000 corresponden a compañías de seguros. Y es la mayor red de servicios del país, integrada por 570.000 colaboradores, formados principalmente por empresas y autónomos: reparadores, médicos, abogados, etc. Un empleo que, como constata el estudio, es “de la máxima calidad”. Esto queda demostrado por el mantenimiento del empleo, la estabilidad de sus contratos, la retribución, las políticas de igualdad, el compromiso con las personas con discapacidad, etc. “La industria del seguro está cada vez más comprometida con una sociedad igualitaria y sostenible y, por ello, genera políticas que favorecen el bienestar de sus trabajadores”, argumenta. El 96% de los contratos en las aseguradoras es fijo y es el octavo sector mejor pagado en España, con un coste salarial medio por empleado de 3.476 euros al mes.
El informe también revela que el 84% de la plantilla dispone de horario laboral flexible y el 30% cuenta con un plan de carrera. Además, el cien por cien de las aseguradoras consultadas en el estudio dotan a sus trabajadores de productos de previsión complementario y seguro de Vida como beneficios sociales, el 75%, de un seguro de Salud, y el 66%, de subvenciones para actividades culturales y deportivas.
Además, la capacidad generadora de puestos de trabajo por parte del sector va más allá de las plantillas de las aseguradoras. También existe un volumen importante de ocupación relacionada con la comercialización de seguros, donde los autónomos y las pymes tienen un papel destacado. Las vías de distribución son muy amplias y pueden realizarse por diferentes canales: los agentes de seguros (exclusivos o vinculados), los corredores, los operadores de bancaseguros, internet, etc. “El seguro llega a todos los lugares de España gracias a esta gran red de profesionales y su capilaridad contribuye a la cohesión territorial y a la inclusión financiera”, sostiene el informe. Según el mismo, 74.366 personas comercializan seguros en España, de los que 1.555 son corredores personas físicas y 3.681 son corredurías.
Por regiones, Orense es la provincia que cuenta con una mayor tasa de mediadores (3,57 por cada mil habitantes), seguida de cuenca (2,97) y Teruel (2,93). Por el contrario, Ceuta y Melilla apenas cuentan con 0,66 mediadores por cada mil habitantes, por 1,42 de Álava y 1,66 de Guipúzcoa.
Cada hora el seguro atiende más de 51.600 percances de clientes que necesitan su ayuda: averías, accidentes, problemas empresariales, urgencias sanitarias… Estos son los datos más relevantes:
- 23.808 actos médicos, de los que 6.042 son visitas a los especialistas.
- 17.765 percances de empresas.
- 1.258 incidentes automovilísticos, de los que 540 son vehículos reparados, 455 son de asistencia en carretera, 232 son golpes de chapa, 61 son accidentes graves y 33 son víctimas en accidentes de tráfico.
- 1.004 siniestros en viviendas y comunidades.
- 258 son otros percances particulares.
- 59 incidentes en comercios.
- 54 percances de responsabilidad civil.
- 28 sepelios atendidos.
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