Fundación Mutualidad ha celebrado el II Congreso Silver Economy en el sector asegurador, junto con Icea, en donde se abordó los retos y oportunidades derivados del envejecimiento de la población en España. El Seguro tiene que ser clave para desarrollar soluciones privadas que complementen las limitaciones del sistema público frente a los desafíos que se plantean en el nicho de las personas dependientes.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA PYMESEGUROS Nº 141
La inauguración del acto lo llevó a cabo José Antonio Sánchez, director general de Icea, quien señaló que “las necesidades de los dependientes no están cubiertas del todo y la industria aseguradora juega un papel muy importante en estas ayudas. El sector asegurador puede y tiene que proporcionar servicios y ayudas no solo económicas, sino también sociales”. Mientras que Blanca Narváez, directora general de Fundación Mutualidad, destacó que “buscamos desarrollar un ecosistema solidario y de cuidados con el que lograr el bienestar de la población mayor y dependiente para que la sociedad avance sin dejar a nadie atrás”.
Tras ellos, Mayte Sancho, directora general del Imserso, enfocó su intervención en la aproximación bio-psico-social de las personas dependiente, defendiendo un modelo de cuidados para personas con pérdida de autonomía de base comunitaria.
Sancho indicó las tendencias sociales que existen, para poder planificar adecuadamente las acciones: se valora la autonomía; se desea permanecer en el entorno; el autocuidado como valor social; la idiosincrasia en los cuidados (modelos familiares en evolución); el incremento de hogares unipersonales ¿soledad?; Masculinización de la vejez (hay una mayor supervivencia de los hombres, aunque las mujeres siguen viviendo más); y mayor incremento de personas muy mayores frágiles, que no han sido declaradas dependientes y, por lo tanto, no tienen acciones de dependencia reconocida.
En estos momentos, la distribución de prestaciones que se dan se divide en: PE Cuidados familiares, el 29,93%; Teleasistencia, el 24,28%; Ayuda a domicilio, el 16,76%; PE Vinculada al servicio, el 10,68%; Atención residencial, el 8,91%; Centros de día/noche, el 5,26%; Prevención Dependencia y promoción personal, el 3,65%; y PE Asistencia personal, el 0,53%. Actualmente, el 29-30% de los cuidados se realizan en el entorno familiar.
Desde los sindicatos se quiere potenciar más los servicios que las prestaciones económicas. Ahora se dedica el 70,07% a servicios y un 29,93%, a prestaciones económicas y cuidados familiares.
A continuación, Sabina Martín, del Área de Investigación de Icea, presentó el estudio ‘Brecha de protección en el colectivo sénior dependiente’, elaborado por Icea en colaboración con la Escuela de Pensamiento de Fundación Mutualidad. En él se analizan las carencias económicas y de servicios de este grupo poblacional en España, destacando el impacto del envejecimiento en un país con una de las mayores esperanzas de vida del mundo.
Según resultados del estudio, actualmente, solo un tercio de las personas dependientes potenciales recibe apoyo público, lo que resulta insuficiente y obliga a las familias a asumir costes y cuidados adicionales. El estudio posiciona al sector asegurador como la industria clave para desarrollar soluciones privadas que complementen las limitaciones del sistema público frente a estos desafíos. Martín dijo que “el reto, tanto a nivel social como, en particular, del sector asegurador, es dar respuesta a unas, cada vez mayores, necesidades y carencias en cuidados de este colectivo”.
En España, el colectivo sénior lo constituyen más de 16,8 millones de personas, lo que representa algo más de una tercera parte de la población total nacional. Según datos del INE, en 2039 habrá 22,3 millones (el 41,5% de la población española) y en 2059, 23,8 millones mayores de 55 años (el 43,3%). Uno de los principales desafíos y retos del envejecimiento es cómo atender las necesidades de una población dependiente cada vez mayor.
A siete de cada diez encuestados les preocupa, y cada vez más, que en un futuro tengan que necesitar algún tipo de ayuda y/o apoyo en el día a día como consecuencia de caer en una situación de dependencia. Dos de cada diez no podrían afrontar los gastos derivados de una situación de dependencia y no tienen a nadie cercano que pudiera ayudarles económicamente. Este segmento, especialmente desprotegido económicamente en el caso de acaecer este tipo de contingencia, tiene una mayor presencia entre los menores de 55 años (al menos uno de cada cuatro estaría en dicha situación) y entre los encuestados con 85 años o más, y responsables de una persona dependiente (27%).
La ayuda pública llega a una parte de este colectivo, pero no es suficiente. En el estudio, seis de cada diez encuestados con limitaciones y pérdida de autonomía no tiene reconocida una situación de dependencia.
El sector asegurador puede jugar un papel primordial en cuanto a la creación de un ecosistema de bienestar privado, que cubra aquellas necesidades donde el sistema público no puede llegar.
Para ello, es importante saber que, de encontrarse en una situación de dependencia, la mayoría de los encuestados preferirían permanecer en el hogar pero que le atendiera un profesional, no un familiar.
El problema es que el 76% de la muestra que no tiene relación directa con la dependencia no conoce la existencia de un seguro que cubra y/o financie los cuidados necesarios en caso de una situación de dependencia, porcentaje que asciende hasta el 80% cuando se ha preguntado a los responsables del cuidado de una persona dependiente, e incluso se eleva hasta el 91% de desconocimiento cuando se ha preguntado al propio dependiente.
Ámbitos donde puede ofrecer una empresa privada servicios más útiles para el dependiente, según la opinión del dependiente o del responsable de un dependiente: Ayuda en la tareas del hogar (limpieza, compras, lavandería, elaboración de comidas…) un 5,8 sobre 10; Salud, cuidados personales y apoyo psicológico (rehabilitación, nutrición, aseo personal…) un 5,4 sobre 10; Asistencia para gestiones administrativas, acompañamiento, entretenimiento… un 4,8 sobre 10; y residencias y/o centros de día, 3,8 sobre 10.
En el bloque ‘Innovación en el sector asegurador en beneficio de las personas dependientes’, participaron Óscar Mayo, Head of Business Development en Scor Life & Health; y José Antonio Sáez de Ocariz, CEO de Grupo Init. Ambos subrayaron la importancia de conocer la realidad de los diferentes segmentos del colectivo sénior para poder innovar en el desarrollo de productos y servicios a medida y en el valor del dinamismo de estos planes para lograr una longevidad más saludable y retrasar la entrada en dependencia.
Mayo comentó que para 2050 la franja de edad más numerosa será de 70-79 años y habrá unas 100.000 personas centenarias. Por eso, en Scor Life & Health se están centrando en ese negocio. El producto de cobertura y renta vitalicia va dirigido a las personas que tienen que entrar en una residencia o para que una persona vaya a casa del dependiente. Se proporcionan rentas de más de 2.000 o 3.000 euros al mes y tiene una carencia de un año para casi todas las enfermedades y de 3 años para las neurodegenerativas. También se ha desarrollado el pago de un capital único para intentar solventar los gastos colaterales necesarios para arreglar el piso en caso de dependencia.
Aunque no es un seguro de ahorro, si se quiere anular la póliza, no se perdería lo que se ha entregado porque cuando se entra en dependencia, esa cantidad se entregará como renta vitalicia que se valorará en función de la cantidad alcanzada mientras estuvo en vigor la póliza.
También han creado un seguro de Accidente senior, porque las personas que se jubilan, no tienen el mismo sistema de lesiones que las personas en activo.
Sáez de Ocariz habló de la ‘Innovación en el sector asegurador en beneficio de las personas dependientes’. Con la plataforma Inithealth se intenta retrasar la dependencia a través de planes de salud y bienestar personalizados, gamificados y recompensados. Los planes constan de: objetivos a alcanzar; programas de salud y bienestar; retos (individuales y colectivos); contenidos audiovisuales personalizados (bienestar, sostenibilidad…); conectividad con dispositivos (recogida de pasos, control del sueño…); generación de puntos por la participación del asegurado; política de recompensas (descuentos en renovaciones, regalos, puntos en la tarjeta…); campañas de marketing, notificaciones, avisos…; integración de servicios de salud, bienestar y cuidados propios o de terceros.
Tras él, se ha desarrollado el debate bajo el título ‘Cuidadores profesionalizados, una necesidad del sector’ en donde intervinieron Nuria Codorniú, directora de la Fundación de Atención a la Dependencia San Juan de Dios; y Àngels Cobo, socia de Suara Cooperativa. Ambas coincidieron al señalar que el entorno familiar sigue siendo el principal responsable de suministrar tareas de cuidados de personas dependientes y en la necesidad de su profesionalización mediante una correcta capacitación. Además, abordaron el papel de la comunidad y la tecnología como palancas fundamentales en el desarrollo de servicios adaptados a las necesidades de las personas séniores con pérdida de autonomía.
Codorniú comentó que a 31 de octubre de 2024 se daban a nivel nacional 2.065.850 prestaciones. De ellos, 618.348 era prestaciones por cuidados de familiares. En la mayoría de los casos conviven con el dependiente y eso produce un aislamiento. Entran en riesgo de agotamiento que puede llevar a un ingreso prematuro de un dependiente que si estuviera cuidado por un cuidador profesionalizado se retrasaría.
Por eso, se forma al cuidador con técnicas físicas y psicológicas con acciones de ocio para su propio cuidado. Lo realizan en el propio entorno domiciliario para valorar los recursos que tiene. Es un proyecto que ha empezado en septiembre de este año.
Por su parte, la misión de Saura es transformar el entorno social, mejorando la realidad de las personas mediante servicios de calidad arraigados en el territorio, que promuevan su bienestar y crecimiento, desde un proyecto empresarial cooperativo. Trabajan sobre todo en el entorno domiciliario. Su reto es conseguir un servicio de atención en el hogar 24 horas 7 días, accesible económicamente para las familias y las administraciones públicas y digno para las profesionales.
Tienen un ‘casal online’ que consiste en un servicio ofrecido a través de la TV de envejecimiento activo y acompañamiento digital para personas mayores. Se conectan con esa red a través de su televisión. “Es un cambio del perfil profesional que estamos trabajando. El 97% de las personas atendidas expresan sentirse acompañadas”, afirma Cobo.
Por su parte, la ponencia titulada ‘¿Cómo planificar la jubilación? La vivienda inversa y el rol clave del sector asegurador’ ha sido presentada por Francisco López, CEO de Lift Asset Management y socio fundador de Almagro Capital. Indicó cómo el sector asegurador puede ser clave en términos de concienciación, integración e inversión a la hora de ofrecer diferentes soluciones de planificación financiera para nuestros mayores de cara a su jubilación, como puede ser la Vivienda Inversa, que consiste en una operación de sale and lease sobre la vivienda habitual que permite monetizar el ahorro acumulado en la casa y seguir viviendo en ella con carácter vitalicio.
“Es un mercado que acaba de comenzar y que cogerá más relevancia en los próximos años porque hay más de 9 millones de mayores de 65 años y más del 83% tiene vivienda en propiedad. Más del 85% del ahorro sénior está en la vivienda; más del 70% sólo ingresa la pensión del Estado y más del 65% de los jubilados tienen menos de 1.300 euros al mes de ingresos”, afirma López.
A continuación, tuvo lugar la charla ‘¿Es la soledad un problema en la población sénior? entre José Miguel Rodríguez-Pardo, presidente de la Escuela de Pensamiento de Fundación Mutualidad, y Daniel Prieto, doctor en Sociología y profesor asociado en la UCM, quien profundizó en que “la soledad tiene que ver con la conexión, con la desvinculación y la dificultad de definir cuál es su función o rol en el mundo. Hay una lucha continua por la identidad y por saber quién soy yo”.
La apuesta de futuro va a ser la desinstitucionalización del servicio que se da a los mayores. Hay que hablar más y sin tapujos sobre el hecho de que vamos a envejecer y que podemos enfermar, porque la falta de planificación te puede llevar a la depresión.
Posteriormente, Carlos Lorenzo, director de Desarrollo de Negocio de Icea, expuso ‘Cómo llegar al corazón: Behavioral Economics para fomentar la contratación de seguros para los séniores’. Behavioral economics es la Ciencia que estudia cómo toman las personas decisiones y las ejecutan. Es importante conocer los comportamientos de la población, para poder hacer una buena venta:
1.La aversión a la perdida. Ante dos opciones en la que una haya el 97% de probabilidad de éxito y en la otra un 3% de probabilidad de error, se elige la primera.
2.Existe una preferencia individual a mantener tu estado actual, incluso si un cambio proporciona mejores opciones teóricas. Por eso, la opción por defecto es clave para generar menos dudas en la elección porque el cerebro es perezoso y además tenemos la sensación de que si nos salimos de la opción por defecto nos separamos de la manada.
3. El efecto anclaje tiene mucha importancia a la hora de tomar decisiones. Tomamos decisiones basándonos en una referencia.
4. Prueba social. Nada tiene más valor que un cliente recomendado un producto por pura pasión, porque el 85% creemos en las recomendaciones de nuestros iguales. Hay que tener en cuenta de que cuando hay demasiados productos donde elegir, la elección se hace más complicada porque hay sobre carga cognitiva e ignorancia racional.
5. Efecto de compromiso. Cuando alguien elige entre 3 opciones, la opción del medio tiende a ser elegida porque la mayoría de la gente se siente más cómoda estando en el medio y, además, hay más posibilidades de estar con la opinión del grupo.
6. Principio de escasez. Hay una tendencia a que tengamos una mayor predisposición a intentar adquirir productos o servicios cuando existe una cantidad o tiempo limitado para acceder a ellos. Algo que en el público sénior se acentúa más.
7. Aversión a la ambigüedad. No se entienden los porcentajes. Cuando hay que poner intervalos de cifras, se debe procurar poner el valor medio, no por rangos.
“A la hora de vender es importante dar un buen asesoramiento; el cliente tiene que sentirse identificado; generar intriga, curiosidad, sorpresa; que se sienta escuchado, hacer preguntas; adelantarse a las objeciones; entrar en la conversación de la mente del cliente; olvídate de lo bueno que eres tú y tu organización, hay que centrarse en la vida del cliente; y conseguir que el cliente etiquete el dinero destinado a los seguros como que es esencial para él”, explica Lorenzo. Está convencido de que “la próxima revolución no va a ser tecnológica, va a ser psicológica”.
La clausura del encuentro estuvo a cargo de Magdalena Rubio, subdirectora general de Solvencia de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones y presidenta de la Comisión de Biometría. Durante su intervención, destacó que “hay que anticiparse a los cambios. Lo más importante es desarrollar un tratamiento integral de la longevidad y la dependencia, y hacerlo de manera colaborativa y poniendo el foco en las personas. El envejecimiento poblacional tiene un gran impacto en la sociedad que solo se puede mitigar con conocimiento, divulgación y sensibilización en torno a la necesidad de la educación y la planificación financieras”. En su opinión, El envejecimiento es un reto y una oportunidad para todos y el seguro tiene que ser innovador. En la DGSFP “se está trabajando sobre la dependencia y se está intentando cuantificar la longevidad”.
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