La escasa cultura financiera de la población y el arraigo cultural de dejar en herencia la vivienda son los principales obstáculos con los que se encuentra la comercialización de la hipoteca inversa, que, además, exige mucha especialización a sus distribuidores. Sin embargo, la actual situación de incertidumbre económica, junto con el incremento de la longevidad hace que sea un producto de gran interés para complementar la pensión de las personas mayores.