El Reglamento Delegado de la Comisión Europea sobre control y gobernanza de los productos ya lleva unos años operando, pero sigue despertando multitud de incógnitas entre los corredores. Aunque ha supuesto un hito en la protección del consumidor, también ha conllevado una mayor implicación para aquellos profesionales que diseñan productos nuevos, cuyas obligaciones y responsabilidades se han visto incrementadas.