El 30 de junio de 2022 se prevé que acabe la moratoria de los concursos de acreedores para las empresas con problemas económicos. Por ello, necesitan aferrarse a todo aquello que les puede aportar protección, principalmente sobre las consecuencias derivadas de la Responsabilidad Civil. Esta necesidad es el mejor aval con el que cuentan los mediadores a la hora de vender una póliza de D&O.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA PYMESEGUROS Nº 116
Desde hace dos años, las primas de los seguros de D&O han sufrido subidas reseñables, debido principalmente al incremento de la frecuencia de los siniestros y del importe que suponen estos para las aseguradoras.
A esto hay que sumar la incertidumbre que tenemos en España con el fin de la moratoria… En previsión de esta situación el mercado se ha endurecido algo, aunque tiende a estabilizarse.
Con la llegada de la pandemia causada por el Covid-19 y la aplicación de las medidas restrictivas que se pusieron en marcha en el año 2020, era de esperar que las empresas tuvieran problemas de solvencia. Una situación que podría llevarlas a un concurso de acreedores.
A fin de evitar un colapso judicial y de darle un poco de margen a las empresas que tenían problemas de liquidez, mediante Real Decreto-Ley 16/2020, de 28 de abril, se suspendió el deber de los administradores de sociedades mercantiles de solicitar la declaración de concurso de acreedores (lo que se conoce como concurso necesario).
La moratoria se ha prorrogado en diversas ocasiones y permanecerá en vigor hasta el 30 de junio de 2022. En esa fecha se prevé que esta posibilidad se extinga de manera definitiva.
En este entorno, ¿cómo puede un corredor comercializar pólizas de D&O? A pesar de las dificultades en el mercado de D&O, por paradójico que parezca, este escenario abre una ventana de oportunidad para los corredores que comercializan estos productos.
La incertidumbre y complejidad creciente en la economía pone en serio riesgo la labor de los directivos, de los gerentes y de los administradores ante cualquier incidencia en la que se puedan ver implicados, como una mala interpretación de una nueva ley o la aprobación de las cuentas de la empresa.
Por ello, necesitan aferrarse a todo aquello que les puede aportar protección, principalmente sobre las consecuencias derivadas de la Responsabilidad Civil. Esta necesidad de encontrar seguridad con carácter preventivo debe ser el mejor aval con el que cuenten los mediadores a la hora de vender una póliza de D&O en el mercado.
Los corredores deben ser capaces de comunicar a sus clientes que el riesgo es algo inherente a cualquier organización en la actualidad y que, si no se gestiona adecuadamente, se puede estar comprometiendo la propia viabilidad de la empresa o el patrimonio personal de sus directivos.
Es el momento de que los empresarios y directivos españoles conozcan realmente su exposición a los riesgos en las empresas en las que trabajan y sepan que el seguro de D&O es el más adecuado para protegerse de fallos, errores y negligencias.
Héctor de la Huerta, responsable de Líneas Financieras de Berkley España
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